63
Desde hace tiempo todas mis investigaciones me han llevado a pensar que estamos bajo un sistema romano. Uno de esos pretextos romanos es entender como está reflejado nuestro nombre, tanto en el registro civil como en todos los organismos a los que pertenecemos. Este hecho hará que comprendamos en qué situación nos considera el sistema y como estamos siendo contemplados como individuos.
En la antigua Roma, los juristas romanos contemplaban tres tipos de libertad adheridos al ser humano, nombrado capitis deminutio es decir disminución de derechos. Para reflejar este concepto usaban las letras mayúsculas y las letras minúsculas.
Por lo tanto, capitis deminutio maxima significa que se perdían todos los derechos y por lo tanto toda libertad y ciudadanía, convirtiéndose en un esclavo. Esto también suponía no tener familia.
El nombre completo se escribe todo en mayúsculas.
Capitis deminutio media suponía perder la ciudadanía, pero no la libertad de deambular. Se le impedía tener familia en alguna ciudad romana, así como ser ciudadano de alguna ciudad de estas.
Familia viene de la palabra original «famulus» que significa grupo de esclavos, donde curiosamente ese grupo de esclavos desempañaban un trabajo, que etimológicamente significa «tripaliare», palabra derivada de «tripalium», instrumento de tortura con tres estacas donde se amarraba al esclavo.
Por ello, en todos nuestros documentos veremos nuestros nombres escritos en mayúsculas. Esto a nivel jurídico significa que somos esclavos del estado. El páter, es decir la patria es a quien estamos supeditamos o condicionados y al que hay que darle tributo.
Con lo cual, significa dos cosas. La primera es que aún no nos hemos emancipado de un padre en este caso la patria y en segundo término también significa que no estamos capacitados para ello. La figura del notario es un claro ejemplo de este hecho.
Sí nacemos libres, ¿cómo es posible que nuestro nombre este registrado en letras mayúsculas en el registro civil? Esto supone una clara limitación de nuestra libertad.
Emanciparnos de una vez del estado y reclamar nuestra libertad como seres humanos libres que somos. Es lo que en estos nuevos tiempos nos toca hacer.