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Basado en las investigaciones y explicaciones del investigador y psicoanalista José Luis Parise
Aprender como maneja nuestro cerebro las cuestiones de nuestra existencia y cómo funciona la lógica, es algo que desde siempre ha fascinado al ser humano. El diagrama de Peirce es la manera moderna y occidental de traer ese saber ancestral a nuestros días. El conocido psicoanalista, Jacques Lacan en su seminario 9, trató este tema e intentó desentrañar su manejo.
Peirce fue un filósofo y matemático que desde el siglo pasado desarrollo la idea de la lógica simbólica, llegando a las mismas conclusiones que otras culturas, (como la hinduista) que abordaban este tema desde milenios.
Resumiré sus fundamentos para dar una aproximación a este tema. Aclarar de entrada que este no es un saber para entenderlo intelectualmente, sino para entenderlo experimentalmente cuando se aplica.
Conocerlo implicara manejar la realidad, cualquier cuestión pasa por la lógica, por ello este diagrama también es conocido como el “mapa del mago”.
Partiendo de la base de que la mente solo puede manejar cuatro cuestiones o lógicas a la vez, donde el “yo” tiene que aprender a negociar con su “yo” egoico (que es el que tiene el control) para poder moverse dentro de esos compartimentos y caer en la casilla con la resolución o resultado más adecuado.
Deberemos entonces, saber manejar literalmente las cuestiones para saber despertar la magia que hay dentro de todas las situaciones en forma de sincronicidad, que de otra manera no se podían haber conseguido, si se hubiera hecho desde el ser mecánico y ausente de conciencia.
El primer cuadrante es el de lo Posible donde las fallas implican:
Espera, justificación, combate hacia fuera.
La clave para resolver este cuadrante es: Cesa de escribirse.
1+ (uno más)
con la energía: Activada-derivar
El segundo cuadrante es el de lo Imposible donde las fallas implican:
No ver la falla (otro me la señala), la falla es pequeña, ya tomé la falla, nunca fue una falla.
La clave para resolver este cuadrante es: No cesa de no escribirse.
1- (uno menos)
Con la energía: Estancada-semblanteo
El tercer cuadrante es el del Necesario donde las fallas implican:
No ver la falla en el otro, taparle la falla al otro, ser los ojos del otro, Identificación a la falla (me quedo ciego como el otro)
La clave para resolver este cuadrante es: No cesa de escribirse.
-1 (menos uno)
con la energía: Contraria-inversión
El cuarto cuadrante es el de lo Contingente donde las fallas implican:
Irse, enojarse, no enterarse del crecimiento, creerse por encima del crecimiento.
La clave para resolver este cuadrante es: Cesa de no Escribirse
+1 (más uno)
Con la energía: Orientada-Estimular
Si caes en las trampas llamadas fallas, el ego te frena y por lo tanto gana, pero si sabes que cuadrante utilizar y que energía usar para resolver ese cuadrante se va más allá del yo y por lo tanto sales de la mecanicidad del actuar, para ser por lo tanto un ser consciente y lógico que maneja la energía de su realidad.
En el Tíbet tienen escuelas que enseñan lo mismo, preguntado y manejando al yo las mismas cuestiones.
En el cuadrante de lo posible tenemos a Doed-i, este cuadrante significa: acepto tu argumento, es posible.
En el cuadrante de lo imposible tenemos a Tag Ma Drub-i : no acepto tu argumento, imposible.
El cuadrante de lo Necesario se llama Ma Khyab: no necesariamente, necesario.
En el cuadrante de lo Contingente será Chi Chir: ¿por qué?, contingente.
Moverse de un cuadrante a otro linealmente es recorrido diacrónico, la clave está en hacer lo que el yo no haría, es decir hacer un cruce por el mapa.
De lo posible vamos a lo necesario, de lo imposible a lo contingente al igual que de lo necesario vamos a lo posible y de lo contingente a lo imposible pasando por el vacío, es decir la nada, lo no conocido, ahí explota la sincronicidad, lo imprevisto.
Por lo tanto, el recorrido será sincrónico ya que se liberan energías espontaneas. El yo pierde el control y fluye desde la lógica del crecimiento no desde el yo egoico que solo se mueve por lo conocido.
También representa los dos hemisferios del cerebro, al hacer el cruce 1+ se convierte -1 y 1- se convierte en +1 es decir con esas combinaciones matemáticas también resuelve el yo real, la realidad a la que está acostumbrado a vivir llegando más allá del yo.
Otra manera de verlo es, si mi yo egoico me convence de que mi realidad depende de lo posible, imposible, necesario y contingente del mundo de fuera, fallare por tanto a mi palabra sobre la cuestión que dije que voy a hacer o conseguir. Pero si yo sigo mi propia palabra y mi propia convicción obviando estas mismas cuestiones que aparentemente dirigen el afuera, es cuando inevitablemente surge la magia. Generando mi propia realidad fuera. Tener ética y saber escuchar lo que decimos en lugar de lo que creemos haber dicho es respetar la propia ética de uno mismo y los valores. Se cierra el círculo. Haremos también así cruces por los cuadrantes inconscientemente ya que uno mismo está siguiendo la lógica de su yo real y no mecánico.
Aquí entra en juego también nuestro propio inconsciente y las propias creencias que están dentro nuestro como verdades absolutas que nos manejan. Hablar y escuchar lo que decimos hará desvelar esos programas mentales que están dificultando nuestro acceso al resultado que debemos de generar como verdades a las que deseamos llegar.
