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La primera película de Robert Redford como director, estrenada en el año 1980, Gente Corriente (Ordinary People) y basada en un best seller de Judith Guest. Considerada opera prima, obtuvo numerosos premios y Oscar de la academia.
Clasificada erróneamente en Europa como telefilm por asemejarse aparentemente a una historia superflua y normal, es en realidad una película con un trasfondo muy interesante. Rodada con un tempo medio y contada con gran sencillez, la película está repleta de brillantes diálogos acompañados con el canon de Pachelbel.
La historia cuenta la vida de una familia media-alta americana donde uno de los hijos muere en un accidente. Este hecho hace que salgan a la superficie un trasfondo oculto familiar. La madre (Mary Tyler Moore) quien admira y ama en verdad es al hijo fallecido. El hijo que sobrevive, (Timothy Hutton) Conrad Jarrett es maltratado encubiertamente por parte de la madre. Mientras, el padre (Donald Sutherland) que aparentemente no se entera de lo que está pasando en su familia, en el fondo es consciente de que su hijo menor, Conrad, está sufriendo el odio encubierto de su madre.
Conrad que vuelve al domicilio familiar después de haber sido internado en el psiquiátrico por haber intentado suicidarse. Visitará al psiquiatra (Judd Hirsch) Dr. Tyrone y será este quien de nexo y ponga las cartas sobre la mesa, sobre lo que está pasando en esa familia, ya que incluso el padre de Conrad llega a visitarle.
Conrad es forzado a sacar a la luz su dolor que no es más que el enfadado hacia su hermano por haber muerto y la culpa hacia sí mismo por haberse salvado. Aparentemente su hermano era el fuerte, pero se da cuenta hablando con su padre y el psiquiatra, que el fuerte era precisamente el mismo. También cabe destacar a (Elizabeth Mcgovern) Jeaninne Pratt, una chica del mismo instituto que Conrad, quien será la que poco a poco recuerde a Conrad que es una persona de gran valor.
Viéndolo en retrospectiva, Conrad es un chico fuerte, lleno de cualidades, que no cree en sí mismo, porque no ha tenido apoyo de su figura materna. Por otro lado, su figura paterna es reticente a sacar los sentimientos y a decir lo que piensa. Al fallecer el hermano ahogado en aquel bote, de alguna manera hace que se ordene el rompecabezas familiar.
Una magnífica película que puede llegar a explicar por qué se desarraiga uno mismo desde el núcleo familiar y lo verdaderamente importante que es tener un vínculo fuerte con tu clan para llegar a ser alguien con seguridad en sí mismo.
