“A menudo suelen preguntarme si conozco a Tailer Durden”, así comienza una de las películas más extrañas y emblemáticas del año 1999, no tuvo nada de acogida en los cines cuando se estrenó, pero más tarde se convirtió en una película de culto, catalogada además de peligrosa.
El personaje principal (Edward Norton) sufre un vacío existencial que intenta paliar decorado su pequeño espacio personal con objetos que el cree que le representan, está a un paso de tocar fondo, pero reniega de hacer un viaje interior. Él cree, que en el afuera esta todo lo que él es y todo lo que necesita. A su vez, un estrés interno empieza a hacerse patente a causa de su trabajo de perito de accidentes, donde viajar en avión tantas veces le empieza a crear un insomnio que no sabe cómo curar. Así que, debido a su insomnio, un médico le sugiere ir a las reuniones de una iglesia donde se reúnen personas que comparten una enfermedad o una dolencia. Decide ir y se encuentra con una parte de la sociedad auto compadeciéndose de sí misma por “la herida” que han descubierto y consolándose entre ellos.
El protagonista se siente bien compadeciéndose de otros, pero aún no de sí mismo, no quiere ver lo que a él le está ocurriendo de verdad, huyendo de nuevo.
En una de esos momentos descubre a una mujer llamada Marla Singer (Helena Bonham Carter) que también está asistiendo a esas reuniones y tampoco es una de ellos, no padece ninguna enfermedad. Se podría decir que Marla quiere mezclarse con ellos y que quiere realmente vivir y compartir la experiencia de la enfermedad, pero en realidad es otra infiltrada. Este hecho hace que el protagonista no pueda tener la conciencia tranquila dentro de esa mentira creándole de nuevo un malestar y volviendo a tener insomnio. Marla Singer le hace ver el lado oscuro de la vida, el caminar por filo de la navaja, lo que se debe de hacer y lo que no, en definitiva la valentía que conlleva salirse de la norma para conocer la libertad.
Como cuando se queda parada en medio del tráfico pidiéndole el teléfono sin importarla nada el peligro. Todo esto crea en el protagonista una necesidad de escapar y de atreverse a vivir, despertando en él una parte que quiere salir a la superficie, a partir de ese momento, Jack (que es como se cree que se cree se llama el protagonista en la película), da un giro a su vida de 360 grados.
Muchos comparan esta etapa que está viviendo el personaje principal, con las etapas del super hombre del filósofo Nietzsche, representada en su libro “así hablo Zaratustra”.
Donde se pone de manifiesto las tres etapas de evolución del hombre. En el caso de la película podremos ver la evolución del hombre como ser humano acomodado a hombre auto suficiente hastiado del sistema imperialista, consumista y patriarcal que dicta como tienen que verse los hombres, la masculinidad y lo que deben de desear. Entonces Jack comienza a experimentar un cambio en sí mismo, comenzando a dialogar y más tarde a luchar con Tailer Durden (Brad Pitt) sacando esa furia contenida de hombre castrado, preocupados solo por estar acomodados y privilegiados.
Mas tarde, otros hombres comienzan a identificarse con su filosofía y poco a poco se va creando un club selecto de hombres con dignidad capaces de darlo todo con tal de destruir el sistema.
No han tenido padre que les saque al mundo se diría en términos de psicoanálisis, en la película lo afirma cuando hablan de la figura paterna concluyendo “somos una generación de hombres criados por mujeres, me pregunto si otra mujer será la solución”
Lo masculino impuesto como un modelo de conducta y lo femenino como un modelo apartado de nuestras latencias. El protagonista lo experimenta con rabia, por eso quiere romper algo hermoso, no quiere aun mirar dentro de sí mismo, aun no se rinde ante su verdad. Marla Singer es quien le hace comprender que cuando actúas sin miedo rompes la barrera de ti mismo, esa alquimia es la que hizo que Jack, volara su apartamento y también proyectara su alter ego, Tailer Durden.
Tailer Durden es la parte fuera del sistema, sin miedo, es el superhombre hecho a sí mismo viviendo para sí mismo. Este personaje le ayudara definitivamente a terminar de romper esas barreras internas, de atreverse a sentir, a sentir el dolor de la vida dentro del sistema, a jugar y a aprovechándose de él.
Significativo el hecho de que fabrican jabón, algo aparentemente inocente que sirve para lavarse y a su vez hagan bombas con esos mismos conocimientos de fabricarlo, a su vez también se va dando un sentido crítico de ambos protagonistas cuestionando todo lo que ven, a cada lugar que iban, obviaban las comodidades porque ya nada importaba, el ser humano autosuficiente estaba viviendo en la decadencia del propio sistema, en las miseras cloacas, y entonces comienzan a desear derrumbar todo eso, para acabar derribando todos los edificios financieros. Edificios representativos de todo el capitalismo y los negocios. Todo eso es derribado, viendo como cae la estructura del sistema.
Marla y Jack contemplan en una habitación en penumbras cogidos de la mano (siendo la escena más emblemática de la película), como los edificios que sostienen el sistema, son detonados. Además, Jack, tiene que darse un disparo a sí mismo para darse cuenta de que si quería otra vida y un cambio real y de que amaba a Marla porque es la que le despertó las ganas de a atreverse a ir más allá del miedo, mostrándole otra forma de ver el mundo. Aparte de todo eso, tuvo que deshacerse de su alter ego, haciéndose consciente de la situación que había creado, desconectando las bombas de la furgoneta preparada para explotar ese edificio, asumiendo el control de la situación y evitando así que mueran dentro de este, Jack, Marla y miembros del club, para finalmente quedarse a contemplar como derrumban el sistema.
Gran película basada en la novela de Chuck Palahniuk, donde irremediablemente cuando llegas al final es necesario preguntarse.
¿where is my mind?
1 comentario
Estupenda película, donde hasta el final te enteras que es un sólo individuo quien vive este drama.
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