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Único largometraje íntegro del donostiarra Iván Zulueta. Aunque existe un primero largometraje llamado “un, dos, tres al escondite inglés” basado en el programa musical “el último grito» de los años 60, en el cual Zulueta participaba como guionista y director. Arrebato fue “su película”, en la que se plasmó y vació. Después de arrebato, Zulueta no hizo ningún largometraje más. Respecto al actor Will More también gran promesa del cine de los 80, paso igualmente sin pena ni gloria. Ambos podrían haber sido grandes artistas con una amplia trayectoria profesional si se lo hubieran propuesto, ya que talento no les faltaba. Y como suele ocurrir con todo arte intencionado, Arrebato vaticino a modo de profecía lo que años más tarde ocurrió, ambos fueron desaparecieron hasta quedar prácticamente en un inmerecido olvido.
Arrebato es una Película considerada de culto por ser de bajo presupuesto y para minorías. En su día cuando se estrenó, fue poco entendida y muy despreciada, pero con el tiempo gano el respeto y la consideración que se merecía. Muchas de las escenas son verdaderas poesías visuales, donde la imagen es tratada como una verdadera declaración de intenciones. Una película en momentos agobiante y otros desconcertantes, donde las dos pasiones de Zulueta, el cine y las drogas, son retratadas en los dos personajes protagonistas de la película. Lamentablemente fue la droga la gran triunfadora entre estas dos pasiones y la que separara definitivamente a Zulueta de hacer cine.
La película trata de dos directores de cine, uno ya conocido, José (Eusebio Poncela) y otro aficionado, Pedro (Will More), los dos enganchados a las drogas, pero con diferencias destacables en cómo cada uno las usa. Uno más enganchado a la droga que el otro, uno más apasionado del cine que el otro, uno atrapado en la seriedad del adulto y otro atrapado en la inocencia de la infancia. Al final, la cámara junto con el metraje, empiezan a secuestrar primero a uno de ellos después al otro, hasta convertirlos en una mancha roja. Las dos mujeres protagonistas, Ana (Cecilia Roth) novia de José y Marta (Marta Fernández Muro) prima de Pedro, son las que de alguna manera dan nexo a estos dos personajes, sacando los verdaderos fantasmas dormidos que tiene cada uno de ellos en su vida personal y la relación de cada uno, con el cine y las drogas.
Una brillante película que ha inspirado a grandes directores. Zulueta que venía de la influencia del arte pop de Nueva York, supo muy bien sacarle partido a aquella estética y plasmarlo en su propio sello personal, que se apreciara sobre todo en sus dibujos y carteles de varias películas de la época. Cabe mencionar como una curiosidad a resaltar en la película, a Pedro Almodóvar como encargado de doblar la voz de Helena Fernán Gómez, hija de Fernando Fernán Gómez, convirtiéndola en un personaje ambiguo que no se sabe bien si es un hombre o una mujer. Una película rara, con obligación de verse y poder así apreciar otra manera de hacer cine y de tratar la imagen.